Así que mi sorpresa fue mayúscula cuando vuelvo a casa después del cole (no, yo ya acabé, es que ahora soy profe de informática en un colegio de primaria), y me encuentro un paquete sospechoso apoyado en la puerta. En MI PROPIA puerta, en el 4º piso y enfrente del ascensor. Lo primero que pienso es que ya han sacado una nueva guía telefónica, porque la QDQ seguro que no es, que cuando llegan todo el mundo las rapiña para saquear los descuentos del Burger King (vosotros también sisais las de los vecinos…ConfesADLO!). Cojo el paquete, lo miro…Ey, el remite es de Dolmen!
Todo empieza a encajar. Entro a casa y lo abro…y joder, menudo montón de comics! Y claro, entonces me acuerdo de los PicADLOS, los premios de ADLO!, aquel post cachondo con los premiados del sorteo así en plan secreto. Y también recuerdo un mail de la lista de correo de Josep Calduch para preguntarme mi dirección postal. Ah. Y el comentario de Juanmito sobre que él aún estaba esperando el suyo desde hace algún tiempo… 
Pero ya lo tengo en mis manos! Casi se me han olvidado las carcajadas de Sark, animándome a leer Nirvana, o las respuestas de la gente a mis preguntas, interesándome por la Colección Burbujas de Dolmen, línea dedicada a las tiras cómicas o tiras de prensa. También hay un tomo de La Pequeña Dee, uno de The Norm, con ese dibujo Bill Watterson compatible…Y sobre todo, Bok Redux, un recopilatorio de Bok, la obra de JMV que conocí hace tantos años en la Gaceta Universitaria cuando estudiaba en Murcia. La verdad es que ni me acuerdo ya el tiempo que lo llevaba esperando el paquete, pero da igual, ya ha llegado. Ahora entiendo a los blogeros…cuando las editoriales te regalan comics, nada más importa! Comics gratis! Ya esta todo dicho.

Bueno, todo no. Falta agradecer a ADLO!, esa (des)organización que tantos buenos momentos me ha hecho pasar, el detalle de mandarme el lote. Y por supuesto, agradezco igualmente a Dolmen en general y a Vicente García en particular, su aportación. Sobre todo porque ya me puse un poco pesado una vez, reclamándole el libro de Batman de David Hernando para regalárselo a mi buen amigo Pablo! (le pongo la admiración adliana porque fue discípulo de Cels!) y el envío no llegaba a tiempo para su cumpleaños. Pero Vicente García mola mucho. Dolmen es genial, y ADLO, más.Así que gracias a todos, sois geniales!
Y ahora, a leer esos comics. Quién sabe, tal vez Sark tenga razón y Nirvana me de para algún futuro post…
PS-> He mencionado ya lo mosqueante que ha sido ver el paquete apoyado en mi propia puerta? O el cartero se ha colado y como no cabía en el buzón se ha marcado el detalle…O algún adlater alicantino me ha hecho una visita? Debo temer más visitas, ésta vez con bolsas del FNAC? AVIV BÖR! AVIV OLDA!







Pero hablemos de la película, por si todavía hay alguien que no la conoce, o no se ha animado a verla. Blade Runner, estrenada en el año 1982, cuenta la historia de Rick Deckard, un ex-policia, un ex-blade runner que es obligado a volver al cuerpo para encontrar y “retirar” a unos androides que están causando disturbios en la ciudad. Lo que parece sencillo s simple vista, no lo es tanto. Estamos en el futuro, en una megaurbe dominada por las grandes corporaciones. La tecnología, los coches voladores y los robots de aspecto humano se confunden en una ciudad humeante, caótica, sucia y muy, muy humana. Es el primer gran acierto de la película. No parece irreal, resulta perfectamente creíble ese mundo por el que Deckard se mueve. Es el futuro de algunas ciudades que estamos viendo y en las que estamos viviendo hoy mismo, y eso nos acerca mucho más a los personajes. Los androides, fabricados por la Tyrell Corporation, son de aspecto humano, casi reales. Para darles mayor efectividad, se les ha dotado de recuerdos, de un trasfondo familiar para que se sientan cómodos con su vida artificial, y poder así trabajar en condiciones extremas o imposibles para los humanos, ya sea como esclavos en minas, para el placer o simplemente, como sirvientes. Son los Nexus 6, los replicantes. Pero algo falla. Se les ha diseñado tan bien, que acaban teniendo consciencia de sí mismos, sienten que están vivos…y no quieren morir. Por ello se les ha fabricado con una tara genética. Tan sólo vivirán unos años, antes de “caducar”, antes de ser “desconectados”. Frente a la idea de la muerte, los replicantes parecen defender la idea de que son seres vivos, y lucharán contra todo aquél que quiera retirarlos.
El enfrentamiento está servido. Deckard como Blade Runner, tendrá que buscar y eliminar a los replicantes rebeldes. Zhora, Pris, Leon y su líder, Roy Batty, en un juego del gato y el ratón donde lo real y lo artificial se mezclan para hacernos dudar de la humanidad de los hombres o de la posibilidad de que los androides puedan sentir, soñar…o amar.
Mientras, Roy Batty, el líder de los Nexus fugados, intenta reunirse con Tyrell, su creador. Pris, un modelo básico de placer que tiene el cuerpo y la cara de Daryl Hannah, accede al taller de Sebastian, uno de los técnicos que ayudaron a la construcción de los Nexus. Quieren infiltrarse en la Tyrell Corporation y enfrentarse cara a cara a su “padre” para recibir respuestas. Deckard sigue sus investigaciones y va cerrando el círculo, hasta culminar con el enfrentamiento entre él y Batty por la supervivencia. Y su relación con Rachel no hace más que hacerle dudar acerca de su misma naturaleza…
Finalmente, el Montaje Final que se ha estrenado ahora, no es más que el Montaje del Director pero con la imagen y el sonido remasterizados. Ha sido una auténtica delicia volver a ver las inmensas chimeneas humeantes, esos planos cenitales de la ciudad, esos neones que permanecen brillando imborrables en nuestra memoria, o la imagen de Deckard con su gabardina y su pistola fundirse entre las abarrotadas calles, entre los puestos de comida china y órganos artificiales fabricados a medida. El humo del cigarro de Rachel sigue siendo exactamente igual de fascinante y ambiguo. Su cara de porcelana nos hace ver que sí, que es un replicante, pero que su atracción por Deckard es sincera, es…humana. Sean Young nunca ha vuelto a estar tan atractiva y tan fascinante como aquí.
Y luego está Roy Batty, el jefe de los Nexus. Se comenta en el mundillo de los cotilleos hollywoodienses que Rutger Hauer añadió frases y diálogos de su propia cosecha, porque el actor “famoso y conocido” era Harrison Ford y no quería dejarle todo el protagonismo a él. Recién llegado de Holanda por aquel entonces, el actor ha conseguido pasar a la Historia del cine con uno de los diálogos más impactantes, sobrecogedores y fascinantes que se han pronunciado jamás. Y es que, éste replicante que se niega a morir, al final demuestra a Deckard, y de paso a los espectadores, que una fría máquina puede llegar a entender, valorar y respetar la vida humana.
Es una película redonda. No falta ni sobra nada (aunque siga echando de menos esa voz en off, llamadme nostálgico, pero las primeras impresiones impactan más), y 25 años después sigue pareciendo tan creíble, tan cercana en el tiempo, tan actual, en fin, que el debate sobre la vida artificial que tenemos ahora con los clones y demás parece una broma. Nosotros ya sabíamos que iba a pasar, y llevamos 25 años reflexionando, debatiendo y discutiendo sobre un tema que nos apasiona y nos hace preuntarnos por nuestra propia naturaleza, ética y moral.
Y aunque resulte predecible y tópico, como cada vez que se habla de Blade Runner, no me voy sin dejar constancia de algunas de las mejores frases o escenas de la película. O al menos algunas de mis favoritas:
Y la última reflexión de Deckard:

