Cuando la gente en general piensa en juegos de mesa, a todo el mundo le vienen a la cabeza más o menos los mismos: el parchís, la oca, el Monopoly o incluso el ajedrez. Juegos sencillos para alguna tarde de aburrimiento, con un par de amigos o más, que no van más allá de tirar unos dados, mover fichas y adelantar al oponente en un recorrido más o menos plagado de casillas con obstáculos.
Los eurogames, o los juegos de mesa de los que voy a hablar y que en Alicante (y me consta que en toda España e incluso Europa) gustán tanto, son un poco más complejos, pero no por ello más difíciles o “rollo”. Todo lo contrario: son sencillos, jugables, divertidos, entretenidos, inteligentes, interesante…y hasta educativos. La lista es bastante larga, podría hablar del clásico Ciudadelas, o del adictivo Colonos de Catan, pasando por el Risk, Stratego, Ticket to Ride, Munchkin…hay muchos y variados, de cartas y de tablero, de gestión de recursos, de estrategia, de colonización de territorios, de construir ciudades, de establecer civilizaciones en la orilla del Nilo…

Así, el tablero tiene dos caras bien diferenciadas. Una parte recrea un escenario de interior, donde podremos montar escenarios como la liberación de París, la toma de St. Marie Eglise…colinas, bosques, ríos, poblados y ciudades, éstops son los elementos que encontraremos en este tipo de escenario. Por supuesto, en la otra cara del mapa encontramos una recreación de una playa. Aquí podremos hacer el famoso desembarco en Normandía, junto con otras operaciones y batallas famosas que ocurrieron en una playa. Hay que decir que el juego es el “oficial” para conmemorar el día del desembarco, y muchos de los escenarios recrean batallas ocurridas durante el año 1944. Operaciones aliadas de los Rangers, la 101 Aerotransportada (la famosa Compañía Easy de la aclamada serie de TV Hemanos de Sangre), así como unidades de Elite de las fuerzas del Eje…el juego incluye hasta 16 escenarios listos para jugar, ampliables gracias a Internet y a un par de expansiones aparecidas recientemente que añaden el frente soviético y la guerra en el Pacífico con tropas japonesas.

Y las reglas no pueden ser más sencillas. Una vez desplegado el mapa y puestas las tropas en su posición, cada jugador deberá jugar unas “cartas de mando”, gracias a las cuales podrá mover una o más unidades de uno de los tres flancos (izquierdo, central y derecho) que tiene el tablero. Cada unidad, infantería, blindados o artillería, tiene un número determinado de casillas de movimiento, así como de alcance de disparo y dados de ataque. Una vez que se ha jugado una carta de amndo, se ha ordenado a una unidad desplazarse o atacar, se tiran los dados para ver si el combate es efectivo o no, aclarando si se ha causado alguna baja, ha forzado la retirada de la unidad atacada o si simplemente ha fallado. El turno acaba descartando la carta de mando jugada y cogiendo otra del mazo, dando paso al oponente que jugará otra carta de mando, moviendo o atacando con sus tropas para conseguir las medallas de victoria del escenario. Estas medallas se consiguen eliminando una unidad entera o alcanzando los objetivos del mapa, como pueden ser tomar un puente, una ciudad, o llegar hasta una posición y defenderla. Dependiendo de la dificultad y situación del mapa, se reparten las cartas de mando para cada bando, así como las condiciones de victoria, ya que normalmente hay que conseguir entre 4 y 6 medallas de victoria para que la partida acabe.

Por supuesto, hay quien dirá que depende mucho del azar, o que no es “tan” realista o estratégico como otros, pero qué queréis que os diga: prefiero sacrificar reglas complejas y estrategias “comecocos” de un juego más denso por divertirme un rato con mis amigos y mover de manera sencilla figuritas de soldados mientras intento desembarcar en Normandía mientras los alemanes me lo ponen difícil desde su acantilado y su artillería antiblindados. Days of Wonder, la compañía que lo fabrica, se ha marcado un tanto (otro mas) al diseñar un juego apto para cualquier tipo de público que busca entretener y divertid de la manera más espectacular y a la vez sencilla. Y a mi me vale con eso.